Hipertensión: Cuidando tu corazón

La hipertensión es la presión arterial elevada que afecta diferentes órganos del cuerpo.

Esta enfermedad aqueja a millones de personas en todo el mundo, por lo que ha sido necesario ejercer un mayor control sobre ella, teniendo en cuenta las graves consecuencias que puede causar en la salud a largo plazo de no tratarla de forma adecuada. Las causas de la hipertensión pueden variar desde la predisposición genética hasta los mismos hábitos de vida poco saludables como el consumo excesivo de sal, dietas no equilibradas, sedentarismo, estrés, tabaquismo, entre otros.

¿Cuáles son los tipos de hipertensión?

Hay dos tipos principales:

• Primaria o esencial: Es el tipo más común de presión arterial alta. Por lo general se desarrolla con el tiempo a medida que la persona envejece.
• Secundaria: Es causada por otra condición médica subyacente. Por lo general mejora al tratarse la causa de base. 

¿Cuáles son los principales síntomas?

La mayoría de las personas con presión arterial alta no presentan síntomas. Se puede tener presión arterial alta durante años sin presentar ningún síntoma.

Algunas personas con hipertensión arterial pueden presentar síntomas como:

• Dolores de cabeza
• Falta de aire
• Mareos
• Náuseas y/o vómitos
• Dolor en el pecho

En la generalidad, cuando la hipertensión arterial induce síntomas, estos no son específicos.

En caso de estar presentando estos síntomas, acompañados de una toma de tensión arterial alta, se debe consultar de manera prioritaria a tu médico. Sin embargo, la única manera de saber si tienes tensión alta es realizando una toma seriada de la presión durante varios días o a través de un monitoreo constante de la misma en 24 horas.

Es importante resaltar que la enfermedad en cuestión es crónica, que requiere un control permanente y para controlarla es fundamental adoptar un estilo de vida saludable y seguir algunos consejos que dejamos a continuación:

1. Alimentación balanceada: Opta por una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y bajas en sodio. Limita el consumo de alimentos procesados y evita las bebidas azucaradas.
2. Actividad física regular: Realiza ejercicios aeróbicos como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta al menos 150 minutos a la semana. Consulta con tu médico antes de iniciar cualquier programa de ejercicios.
3. Controla el estrés: Encuentra actividades que te relajen y te permitan reducir los niveles de estrés, como la meditación, practicar yoga o disfrutar de un hobby.
4. Limita el consumo de alcohol y evita fumar: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial y fumar afecta los vasos sanguíneos. Ambas condiciones aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
5. Consume de forma juiciosa el tratamiento farmacológico que te indique tu médico:Si la hipertensión arterial requiere manejo farmacológico, es fundamental que seas adherente al consumo constante del tratamiento correspondiente.

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